DE KINGSTON A TORONTO
- Robinson Jimenez
- 6 abr 2024
- 3 Min. de lectura
Después de haber vivido 2 meses en Kingston y de haber convivido con mi amigo Shane y su familia, persona que conocí durante el viaje cuando iba pedaleando, tomé la desicion de partir de ese lugar por varias razones, en donde vuelvo a tomar mi bicicleta y mis cosas para seguir mi camino con destino a Toronto, sin duda alguna que no fue fácil ya que mis piernas se habían relajado por un tiempo, el camimo era duro, había viento, hacía frío y estaba aislado, pocas casas habían por el sector que anduve antes de que cayera la noche y encontrar un lugar donde dormir, luego de haber pedaleado todo el día y sin comer, encontré un pequeño rincón donde colocar mi carpa y esconderme para que la gente de alrededor no supiera que estaba ahí para no tener problemas, no fue la mejor noche, pero la pasé sin mayor dificultad.

Recuerdo que al día siguiente me preparé un plato de fideos y partí tempranamente el pedaleo como de costumbre buscando nuevamente un lugar donde pasar la siguiente noche, me encuentro con un lago al lado de la carretera en donde no dude ni por un segundo que ese era el lugar perfecto para pasar mi siguiente noche, el cual me permitió relajarme un poco más a pesar del frío que hacía en ese entonces.

Al día siguiente y como de costumbre salgo del lugar renovado de energías para seguir con mi viaje, esta vez tengo un poco más de suerte, recuerdo que eran como las 2pm cuando un ciclista se me acercó luego de que me viera pedaleando cargado de cosas, me habla y me dice si quiero descansar y comer, luego de aceptar su ayuda tuve que devolverme unos 10km para llegar a su casa y poder finalmente darme un descanso necesario, mi buen amigo Andrew me salvó ese día, y aunque no le bastó con eso, decidió llevarme en su auto hasta Oshawa, un camino de aproximadamente 2 horas, el cual me permitió tomar un tren hasta Toronto.
Una vez estando en Toronto miré la ciudad y me pregunté: ¿y ahora donde me quedo?, luego de estar evitando grandes ciudades, llegué a una ciudad muy habitada en Canadá, no sabía que hacer, así que opte por quedarme dos noches en un hostel, luego de eso llega el momento de buscar un lugar donde quedarme de manera fija, contando los días para tomar el avión que me llevaría a mi siguiente destino, recuerdo haber logrado un contacto por Facebook con un Chileno que vivía en la ciudad, pero en realidad vivía fuera del sector de la ciudad principal, luego de haber pedaleado hasta su casa, pasando por un parque gigante con un hermoso lago, traté de conectarme para avisarle que estaba afuera de su casa, lugar que no conocía y eran aproximadamente las 10pm, era primera vez que me encontraba totalmente de noche sin tener un lugar donde dormir, el cual me llevó a tomar la desicion de devolverme a ese hermoso parque junto al bello lago y pernoctar allí.
Al día siguiente recuerdo que hice contacto con una persona a través de la App "warmshower", y para mi buena suerte, esa persona resultó ser Chilena, persona la cual me abrió sus puertas, me dió comida y buena onda, como olvidar sus nombres, Natalia y María José. Personas que la vida te entrega en situaciones que jamás crees que pasarán, sin ir más lejos, pasé mis pocos días que me quedaban en Toronto junto a ellas, conociéndolas y conociendo los alrededores de la ciudad.
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